Social Ambiental Siembras Compensación ambiental

Cartagena, más que una compensación ambiental

07/25/2018
| conTREEbute

Por las características de la intervención y el trabajo que hicimos con las comunidades de la zona, el proyecto de silvicultura urbana en la capital de Bolívar nos dejó un montón de logros y enseñanzas dignas de reseñar.

Zona Franca Argos

Tiempo estimado de lectura: 3 minutos

Los proyectos que acompañamos o ejecutamos en conTREEbute implican una serie de retos que debemos resolver con nuestras capacidades. A veces alcanza con las técnicas para cumplir con las expectativas del cliente, pero también hay casos en los que el ingenio y la recursividad del equipo son puestos a prueba. 

La compensación obligatoria de Zona Franca Argos en Cartagena fue uno de ellos.

En 2015 comenzamos a trabajar con el Establecimiento Público Ambiental -EPA- de Cartagena en un proyecto de silvicultura urbana, luego de ganar nuestra primera licitación para realizar una compensación obligatoria.

También te puede interesar: Siembras que favorecen el entorno

Por ser la primera compensación que llevamos a cabo, el ingreso económico y la visibilidad que recibimos fueron importantes, pero fueron otros los motivos que hicieron de este proyecto de silvicultura urbana una ejecución especial.

Cuando hablamos de silvicultura urbana nos referimos al conjunto de actividades -siembras, mantenimientos, etc.- relacionadas con el cuidado de árboles y otras plantas ornamentales.

Por su ubicación en el territorio colombiano y su infraestructura, Cartagena es una ciudad que requiere de la siembra de muchos árboles para regular su temperatura. Además de apuntarle a esa necesidad, el proyecto permitió impulsar la recuperación y el embellecimiento de algunos espacios en el distrito turístico.

Intervinimos sectores como la Glorieta Santander, la Transversal 54, la Bomba El Amparo o la Ciudadela Bicentenario, teniendo a la Fundación Mario Santo Domingo como uno de nuestros aliados principales.

Glorieta Santander

Las dinámicas sociales en estas zonas hicieron que el relacionamiento con las comunidades fuera un reto enorme. Además de resistencia por el incumplimiento de compensaciones que previamente se habían planteado, encontramos también presencia de grupos delincuenciales, fronteras invisibles y otras problemáticas.

Para adaptarnos a esas condiciones y sacar adelante el proyecto, vinculamos mano de obra local, la formamos en temas como jardinería, riesgo público y disposición de residuos con apoyo del Sena y de Sura ARL e identificamos líderes que nos facilitaron el acercamiento con cada comunidad.

También hicimos con Argos un voluntariado de siembra en el barrio Flor del Campo e hicimos jornadas de sensibilización con los comerciantes ubicados en el sector de la Transversal 54 y la Bomba El Amparo para promover una cultura de conservación de los árboles sembrados.

Después de tres años de trabajo, nos llena de satisfacción entregar un proyecto con más de 1.800 árboles y 60.000 setos, múltiples servicios derivados de las plantas sembradas y una comunidad capacitada y comprometida con el cuidado del medio ambiente.

New call-to-action