Social Económica Ambiental Ética Moda

SoleRebels: la sostenibilidad detrás de unos zapatos

01/16/2019
| conTREEbute

La marca de calzado originaria de Etiopía logró posicionarse en el mercado internacional con una propuesta responsable, tanto con sus compradores como con el medio ambiente. 

solerebels

Tiempo estimado de lectura: 3 minutos

Los emprendimientos que nacen con el 'chip' de la responsabilidad social y ambiental comienzan su camino hacia la sostenibilidad con un terreno ya recorrido.

Es el caso de soleRebels, la marca de calzado que se lanzó en 2004 con la idea de convertir la fabricación de zapatos en una plataforma de inspiración para las personas.

También te puede interesar: La nueva Toys 'R' Us quiere aprender de los errores de la vieja

El contexto impulsó la búsqueda de Bethlehem Alemu, fundadora de la empresa, por oportunidades laborales que fueran más dignas para los residentes de Zenabwork, su pueblo natal en Etiopía.

En una región habitada por artesanos y agricultores llenos de capacidades, esta emprendedora quiso aprovechar su riqueza cultural y humana para reivindicar la imagen de un continente que históricamente ha sido azotado por la guerra, la corrupción y la informalidad.

"Siempre he creído que el mejor camino para una prosperidad duradera radica en que las comunidades produzcan artículos de calidad mundial, que potencien los talentos y recursos locales", manifiesta Alemu, convencida de que las necesidades de África no se resuelven con ayudas humanitarias o caridad, sino con un comercio justo.

Por eso, su idea de negocio se centró en la venta de los 'barabasso', tradicionales zapatos etíopes hechos con neumáticos reciclados y otros materiales que se pueden aprovechar de la misma naturaleza, como el cáñamo de Abisinia.

La iniciativa de Alemu también concebía la creación de oferta laboral digna para una comunidad que, además de conseguir el sustento para mejorar su calidad de vida, iba a fabricar zapatos de excelente calidad con "métodos artesanales sin emisiones de carbono", como estaba acostumbrada a hacerlo. 

"Nos comprometimos no solo a crear trabajos para nuestros vecinos, sino a darles oportunidades que fueran muy bien pagas (...) Hoy nuestro salario promedio es un 233% mayor que el promedio de la industria y nuestros trabajadores ganan entre cuatro y cinco veces más que el salario mínimo del país", cuenta la emprendedora.

Después de expandir sus ventas en Etiopía e internet a tiendas en Alemania, Estados Unidos, Grecia, Suiza y otros lugares, Alemu convirtió a soleRebels en una marca internacional, se ubicó entre las 100 mujeres más influyentes del mundo en 2012, según la Revista Forbes, y fue nominada al premio 'Líder africana del año' en 2017.

Sin embargo, no es el crecimiento de soleRebels lo que más llama la atención de su caso. Es la lección de una propuesta que no se adapta al desarrollo sostenible o a su narrativa, sino que lo lleva puesto, como una marca de nacimiento. Una marca con la sostenibilidad en su ADN.

También te puede interesar: Greenwashing: no se pinte de verde, sea verde

"En Etiopía, reciclar cosas es un estilo de vida. De hecho, llevamos años haciéndolo sin llamarlo reciclaje. Cuando tienes recursos limitados, todo es valioso", asegura su fundadora, quien ya reúne a más de 200 personas trabajando con un salario digno, dejando una huella ecológica minúscula y convencidos de su capacidad para "hacer del mundo un lugar mejor, un paso a la vez".